La ciencia esta presente en todo, motivarlos a desarrollar el pensamiento científico les ayuda a potenciar otras habilidades. Desde temprana edad despertamos el interés por aprender cómo funcionan las cosas y las respuestas a esto pueden asociarse al conocimiento científico, a medida que se explora el entorno, arman conceptos adaptados a su nivel de comprensión y que avivan el entusiasmo por saber más.

Este es un proceso en el que se aprende desde la observación y experimentación. Un niño cautivado por las ciencias es una fuente de ideas productivas, vive proponiéndose retos, es participativo en clases, consigue pasatiempos en cosas ordinarias y pone a volar la imaginación.

La ciencia sin duda alguna nutre el desarrollo intelectual de un niño, se les activa la concentración ya que deben estar atentos y alerta a los detalles, esta es una habilidad que evoluciona con cada experimento en el que participan y que será de utilidad en los estudios o cualquier actividad que desarrollen.

Podemos decir que la ciencia es uno de los medios para conquistar el mundo, por eso nosotros como Centro de Educación buscamos alimentar la curiosidad, enseñándoles que la ciencia está en todas partes y descubrir de qué modo interviene en nuestra vida diaria puede proporcionarles una base excelente para su posterior desarrollo con éxito en la vida.